Antes de terminar el año debo escribir alguna cosa, supongo que quisiera registrar algo de lo que sacudió el 2010 en mi vida, pero eso es cursilería o quizás corresponde al mundo onírico...buena fuente, buen material para tirar acá, de todas formas aquí les va:
Más tarde ese día me propuse lo siguiente: dejar de volar y pisar la arena húmeda de la orilla. Quería que miraras las pisadas. Después de ocho mates con dos y media de azúcar fui a buscar el álbum que tenía escondido hace dos años y me quedé mirando el fondo en tercera dimensión con todo lo que salpicaba a mi alrededor. Nadé por esa cabaña y divisé algo extraño, seguí nadando....ahora veo eso extraño, no era algo tan fuera de lo común, de hecho era muy parte de la figura retórica que nos convoca. Y ahora que espanto a la gente cantando en la locomoción colectiva de cierta cuidad costera sin pedir un peso, me complazco en presentarles mi nuevo personaje. Pasé la prueba, ya está todo listo y ensayado. Un aplauso para la persona que me masticó como a un chicle por tanto tiempo y que luego lo escupe para luego tomarlo y seguir masticándolo, rumiándome entonces, hablaré de lo mucho que me gusta saber que puedo introducirme en tu garganta y evitarte en paso de la respiración. La función se las dejo para el año que viene, por ahora a esperarla con una copa de champaña. Salud!
Reverberación en prosa es un canal que sintonizo para decir lo que el ruido cotidiano me ha impedido. En mi idioma las palabras me parecen más lindas escritas, asi que me dedico a escribirlas.
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Vestido de papel
Hoy me visto de blanco y le agrego tinta
a la expresión que me dibujas con tus ojos,
con esto, confecciono un vestido.
Diseño inquieto y distraido
quebrándose en un pliegue acorazado.
Material frágil soy, como papel,
doblada y arrugada para quien no quiera mirar mi voz,
pero fuerte para vestir lo que nadie se atreve.
a la expresión que me dibujas con tus ojos,
con esto, confecciono un vestido.
Diseño inquieto y distraido
quebrándose en un pliegue acorazado.
Material frágil soy, como papel,
doblada y arrugada para quien no quiera mirar mi voz,
pero fuerte para vestir lo que nadie se atreve.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Otro día de cuento
Lodo en tus escombros marchitan su peso
cambiando la configuración dormida.
Nuevo tiempo para traspasar paredes inundadas de mi sangre
que en la fragilidad de mis dedos se marca.
Cuando intento convencerme de que un desierto no tiene vegetación
se oprime sobre mi pecho esa energía de un vacío real,
imponente, arrastrando miles de rocas cercenando mi garganta.
Los recuerdos vienen disfrasados,
vienen cuando el presente ya no se puede sentir.
Lindos afiches de acuerdo a lo que respiro
se imprimen para recordarme que no existe tal vegetación.
cambiando la configuración dormida.
Nuevo tiempo para traspasar paredes inundadas de mi sangre
que en la fragilidad de mis dedos se marca.
Cuando intento convencerme de que un desierto no tiene vegetación
se oprime sobre mi pecho esa energía de un vacío real,
imponente, arrastrando miles de rocas cercenando mi garganta.
Los recuerdos vienen disfrasados,
vienen cuando el presente ya no se puede sentir.
Lindos afiches de acuerdo a lo que respiro
se imprimen para recordarme que no existe tal vegetación.
Repelente
¿Qué veo? ¿Qué poseo? no es algo natural, es la forestación perfectamente alineada, son pinos de navidad que cubren lo predeterminado. Tengo la ligera impresión de que la gente cree que no estoy viviendo. Si, soy repelente, es que la suave brisa lo quiere, lo desea, como las mariposas que en mi interior emergen hasta mi boca, donde se les reprime el paso mucho antes que llegen allí. Intento decirte un montón de palabras, pero aquellas se eliminan en un nodo dispuesto por ti. Hoy lo entendí, permanentemente colgada a la ciega sombría inversa mente proporcional izada caserola que golpea a un costado de lo que suele transformarse en un agente químico anexo a la escencia con la que viene, tal químico cambía su composición y no es suerte que el cambio tenga una reacción anti yo, porque sabes, y si sabes, todos saben, mas la que no tiene idea de como se siente ese repudio soy yo. Creo que el repelente de mi lado se siente de distinta manera, no es más que una expresión para mi, donde cansada he visto la modalidad del circo improvisado, mal actuado de esta humilde servidora. Empapelada presiento el desaliento calido de quien ha corrido mucho, pero no ha avanzado nada.
viernes, 22 de octubre de 2010
Los visitantes
Prontamente se acerca una embarcación, allí va una joven y su pequeño hijo, el hijo le pregunta a la madre si acaso el agua de mar se podía beber, la madre le contestó que no, porque podría hacerle daño. El niño sólo asintió. Nada más, media hora, y estaban todos en tierra. Los pasajeros con sus equipajes adornaban la costa soleada, las familias, los enamorados y los viajeros solitarios en busca de aventura, arribaban a la boca del lobo.
Las tiendas de artesanía mostraban sus productos decorativos y novedosos. Las vendedoras poseían una sonrisa que limitaba con lo falso, como un comerciante fracasado intenta vender un producto que ya nadie quiere. La bahía se veía tranquila y lo era, o por lo menos de eso nos intentábamos convencer. El servicio hotelero poco desarrollado en la zona acogió a nuestros visitantes con promociones, descuentos, ofertas convenientes que cualquier persona con habilidad para los negocios lo consideraría toda un ganga. Las hospederías no eran del todo malas, pero no se pude decir que eran cinco estrellas. La vida aquí carece de lujos, sólo tenemos lo necesario, lo suficiente para sentirse cómodo.
Esa tarde, los visitantes se dedicaron a conocer el lugar, la joven madre y su hijo se dirigieron a la playa al igual que tantos otros turistas que llevaban sus tablas de surf para practicar y disfrutar de las fabulosas olas, o las familias, que construían castillos de arena en la orilla.
El niño, no llevaba balde ni pala para construir uno de esos castillos, no traía pelota, podría hasta decir que no poseía juguete alguno, él estaba absorto en el mar, en las olas, en los rayos de sol que se reflejan en el agua salada, estaba solo con su madre. Ella miró fijamente al niño, no era una mirada de madre, ella no estaba preocupada por su hijo. Lo miraba como examinándolo, estaba casi hipnotizada mirando su perfil, sabía que algo andaba mal con el niño, el temor se apoderó de ella, sentía que el sol la abrumaba y que la arena formaba una gran horno bajo sus pies. Inmediatamente tomó al niño de un brazo y lo arrastró firmemente por la playa, él no se quejó. Cuando llegaron a la cabaña, la joven tomó un baño de agua fría, se sintió aliviada, y así, más calmada, cerró los ojos, los mantuvo cerrados por un par de minutos cuando algo la obligó a abrirlos.Su hijo estaba allí, mirándola, con toda su atención en el rostro. La joven aterrorizada alzó un brazo y lo empujó tirándolo al suelo, luego se puso una toalla y le gritó.
En la costa, las personas disfrutaban del paisaje, bebían jugos naturales y comían las delicias de la gastronomía local. Se acercaba rápido el atardecer y las familias abandonaban la playa, el lugar de juego que las mantenía ocupadas toda la tarde, con esto, comenzaban a llegar las parejas, los jóvenes románticos que deseaban besarse en la puesta de sol, para luego ver las primeras estrellas que se asoman en el azul eléctrico del cielo a esas horas.
En la cabaña la joven madre observaba en reloj, su hijo estaba dormido en la habitación destinada para él. Esperó. Las cuatro horas se hicieron eternas, Ella sudaba, no sabía si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, pero la intuición se lo decía fuerte y claro: "Mata al niño". Era su hijo biológico, ella lo había visto nacer, creía que le pertenecía o que era una parte de ella misma, sin embargo, ya no podía sentir eso, algo había cambiado desde que su marido, padre del niño, se escapara de casa con otra mujer sin dejar rastro.
Mientras pensaba en el desenlace fatal de su hijo, se dio cuenta que había llegado la hora, se le aceleró el corazón, estaba tan asustada que se movía con dificultad. Cuando llegó al dormitorio de su hijo, sintió que un frío le recorría la espalda, pero ella no se detuvo, tomó al niño en sus brazos y caminó en dirección a la playa. El aire marino la atraía, el viento le precipitaba el paso. Evitaba mirar al pequeño que tenía en sus brazos por que le abordaba una sensación de tener al diablo mismo en su regazo y eso la hacía enloquecer, podría haberlo tirado al suelo y correr kilómetros, pero sabía que eso no acabaría así. La joven llegó a la orilla, su hijo dormía con una paz sobrenatural, ni siquiera se le oía la respiración y estaba blanco como el papel. Ella en casi un acto reflejo se introdujo con él al agua y lo sumergió con todas sus fuerzas. Naturalmente el niño despertó de su sueño y en su desesperación intentaba sujetarse de las piernas de su madre para subir a la superficie, pero la madre le azotó la cabeza con una piedra que había en el fondo por lo que el pequeño dejó de moverse y ella fácilmente pudo cometer su crimen dejándolo el tiempo suficiente bajo el agua para asegurarse de que realmente estuviera muerto.
A la mañana siguiente, encontraron al niño muerto en la bahía, la policía acudió a la cabaña de la mujer, madre del pequeño, pero ella se había suicidado colgándose de una viga en uno de los dormitorios de la cabaña. Los turistas se conmocionaron con la noticia, se sorprendían y comentaban el homicidio. Mientras que nosotros, sólo nos mirábamos y callábamos, sabíamos lo que estaba sucediendo. En este lugar los principiantes no evaden la muerte.
El espeso aire marino se introduce con violencia en los pulmones y luego corre por las venas oxigenando tu mente de ideas, los músculos se paralizan y el corazón se acelera. Es por eso que nadie viene por aquí. Sólo llegan los escépticos y los ignorantes que sin querer se ahogan en sus propios miedos dando lugar a la vieja leyenda de la bahía. Y me doy el lujo de apostar que los pasajeros de la embarcación que acaban de arribar, no duran más de tres días...
Las tiendas de artesanía mostraban sus productos decorativos y novedosos. Las vendedoras poseían una sonrisa que limitaba con lo falso, como un comerciante fracasado intenta vender un producto que ya nadie quiere. La bahía se veía tranquila y lo era, o por lo menos de eso nos intentábamos convencer. El servicio hotelero poco desarrollado en la zona acogió a nuestros visitantes con promociones, descuentos, ofertas convenientes que cualquier persona con habilidad para los negocios lo consideraría toda un ganga. Las hospederías no eran del todo malas, pero no se pude decir que eran cinco estrellas. La vida aquí carece de lujos, sólo tenemos lo necesario, lo suficiente para sentirse cómodo.
Esa tarde, los visitantes se dedicaron a conocer el lugar, la joven madre y su hijo se dirigieron a la playa al igual que tantos otros turistas que llevaban sus tablas de surf para practicar y disfrutar de las fabulosas olas, o las familias, que construían castillos de arena en la orilla.
El niño, no llevaba balde ni pala para construir uno de esos castillos, no traía pelota, podría hasta decir que no poseía juguete alguno, él estaba absorto en el mar, en las olas, en los rayos de sol que se reflejan en el agua salada, estaba solo con su madre. Ella miró fijamente al niño, no era una mirada de madre, ella no estaba preocupada por su hijo. Lo miraba como examinándolo, estaba casi hipnotizada mirando su perfil, sabía que algo andaba mal con el niño, el temor se apoderó de ella, sentía que el sol la abrumaba y que la arena formaba una gran horno bajo sus pies. Inmediatamente tomó al niño de un brazo y lo arrastró firmemente por la playa, él no se quejó. Cuando llegaron a la cabaña, la joven tomó un baño de agua fría, se sintió aliviada, y así, más calmada, cerró los ojos, los mantuvo cerrados por un par de minutos cuando algo la obligó a abrirlos.Su hijo estaba allí, mirándola, con toda su atención en el rostro. La joven aterrorizada alzó un brazo y lo empujó tirándolo al suelo, luego se puso una toalla y le gritó.
En la costa, las personas disfrutaban del paisaje, bebían jugos naturales y comían las delicias de la gastronomía local. Se acercaba rápido el atardecer y las familias abandonaban la playa, el lugar de juego que las mantenía ocupadas toda la tarde, con esto, comenzaban a llegar las parejas, los jóvenes románticos que deseaban besarse en la puesta de sol, para luego ver las primeras estrellas que se asoman en el azul eléctrico del cielo a esas horas.
En la cabaña la joven madre observaba en reloj, su hijo estaba dormido en la habitación destinada para él. Esperó. Las cuatro horas se hicieron eternas, Ella sudaba, no sabía si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, pero la intuición se lo decía fuerte y claro: "Mata al niño". Era su hijo biológico, ella lo había visto nacer, creía que le pertenecía o que era una parte de ella misma, sin embargo, ya no podía sentir eso, algo había cambiado desde que su marido, padre del niño, se escapara de casa con otra mujer sin dejar rastro.
Mientras pensaba en el desenlace fatal de su hijo, se dio cuenta que había llegado la hora, se le aceleró el corazón, estaba tan asustada que se movía con dificultad. Cuando llegó al dormitorio de su hijo, sintió que un frío le recorría la espalda, pero ella no se detuvo, tomó al niño en sus brazos y caminó en dirección a la playa. El aire marino la atraía, el viento le precipitaba el paso. Evitaba mirar al pequeño que tenía en sus brazos por que le abordaba una sensación de tener al diablo mismo en su regazo y eso la hacía enloquecer, podría haberlo tirado al suelo y correr kilómetros, pero sabía que eso no acabaría así. La joven llegó a la orilla, su hijo dormía con una paz sobrenatural, ni siquiera se le oía la respiración y estaba blanco como el papel. Ella en casi un acto reflejo se introdujo con él al agua y lo sumergió con todas sus fuerzas. Naturalmente el niño despertó de su sueño y en su desesperación intentaba sujetarse de las piernas de su madre para subir a la superficie, pero la madre le azotó la cabeza con una piedra que había en el fondo por lo que el pequeño dejó de moverse y ella fácilmente pudo cometer su crimen dejándolo el tiempo suficiente bajo el agua para asegurarse de que realmente estuviera muerto.
A la mañana siguiente, encontraron al niño muerto en la bahía, la policía acudió a la cabaña de la mujer, madre del pequeño, pero ella se había suicidado colgándose de una viga en uno de los dormitorios de la cabaña. Los turistas se conmocionaron con la noticia, se sorprendían y comentaban el homicidio. Mientras que nosotros, sólo nos mirábamos y callábamos, sabíamos lo que estaba sucediendo. En este lugar los principiantes no evaden la muerte.
El espeso aire marino se introduce con violencia en los pulmones y luego corre por las venas oxigenando tu mente de ideas, los músculos se paralizan y el corazón se acelera. Es por eso que nadie viene por aquí. Sólo llegan los escépticos y los ignorantes que sin querer se ahogan en sus propios miedos dando lugar a la vieja leyenda de la bahía. Y me doy el lujo de apostar que los pasajeros de la embarcación que acaban de arribar, no duran más de tres días...
sábado, 16 de octubre de 2010
¿Cuánto tardas en llegar?
Ahora, el beso que no llega, tu mirada envenena el vaso líquido que me estoy por tomar. Un aderezo, es la magia del beso que tarda en llegar. No más contar en la vigilia de la fachada de mi rostro. Salimos, vamos, volvemos, hablamos, cantamos, nos encontramos y me voy. Peso de pluma, tarda en llegar al suelo. El cuadrado de lados infinitos sometiendose a las vueltas en su propio eje, no sigo agregando espanto. Si así es eterno, jugaremos por siempre a decir no, o a escalar la superficie plana hacia el norte, donde me encontraba diciéndome ¿bañaré algún día la luna desnuda en los cabellos de un sauce? o ¿era al revés? No importa, es el en una, pero nadie entiende. Soy en contra de todo. ¿ Me perdonas la poca franqueza? es el aderezo tierno, ovillado de la más pura cepa, si usted quiere no callaré, las afirmaciones podrían limitarse y volverse un asunto mucho más digerible que el asiento de la plaza al doblar la esquina, tu aquella esquina, donde estuve la última vez bombeando tu corazón con esa calma y lejanía maldita propio de lo que tarda en llegar.
sábado, 24 de julio de 2010
El sin sentido
Soy el tiempo existencialista que vive en el polvo de tu casa, no es fácil apagar la maquinita en estas fases donde se camina por el agua fluyendo creciente. Has apoyado el séptimo arte por el concepto arrebatado de lo que querías en un principio. Ahora lo tienes, el hombre con la chaqueta sencilla que camina por la gran cuidad, algo pintoresco para empezar. Si no hay Dios no existe integridad en tu personaje, ¿el reconocimiento en tal persona puede resumirse al hecho que use sus mismas zapatillas?
Es absurdo vivir preocupado y mucho más tratando de alcanzar algo que no existe, sólo existe lo que está dentro de nosotros mismos. Me es imposible vivir bajo ese concepto equivocado, no me reconosco en nadie, ni en la caricatura representándome. No es la facinación por el negativismo, el negativismo no viene del individuo, sino que viene de la sociedad que lo empuja a él. Retrocediendo y poniendo pausa, aquella historia no es más que un agente activo que deja un rastro en mi, entonces yo contribuyo con mi parte. Escribiendo o gritando, da igual, el hecho es que me puedo esconder en cualquier rincón, Tengo la responsabilidad de actuar sin dañar a nadie, sólo dañaría con gusto a un alérgico que se ahogara con mis ideas. Ignoro los desenlaces, pero sé que el sin sentido me llevará al lado correcto.
Es absurdo vivir preocupado y mucho más tratando de alcanzar algo que no existe, sólo existe lo que está dentro de nosotros mismos. Me es imposible vivir bajo ese concepto equivocado, no me reconosco en nadie, ni en la caricatura representándome. No es la facinación por el negativismo, el negativismo no viene del individuo, sino que viene de la sociedad que lo empuja a él. Retrocediendo y poniendo pausa, aquella historia no es más que un agente activo que deja un rastro en mi, entonces yo contribuyo con mi parte. Escribiendo o gritando, da igual, el hecho es que me puedo esconder en cualquier rincón, Tengo la responsabilidad de actuar sin dañar a nadie, sólo dañaría con gusto a un alérgico que se ahogara con mis ideas. Ignoro los desenlaces, pero sé que el sin sentido me llevará al lado correcto.
domingo, 9 de mayo de 2010
En algún lugar
El tiempo no ha decidido el curso de mis dias, la marea no ha calculado el origen de las espesas columnas de viento aparcadas en un sector del litoral. La luminosidad me cegaba y me retenía por mucho que me resistiera. Ha sido así, durmiendo y llorando. Una cosa fuera de lo común, un lago ahogado por tierra, yo, ahogada en aire puro. Porque creo que es tarde para decir "¡Qué linda primavera!".
domingo, 25 de abril de 2010
Zigzagueando
Se me agota la crema que sana las heridas de la piel.
Creo que explotaré contra la pared
Zigzagueando por la playa iré
Y entre los pinos correré.
Encontraré una salida poco clara
En este fugaz rincón de conciencia.
Le prenderé fuego a las plantas secas
Quiero olvidar y seguir zigzagueando.
No importa cuantos días queden
Si te apagas por dentro.
Creo que explotaré contra la pared
Zigzagueando por la playa iré
Y entre los pinos correré.
Encontraré una salida poco clara
En este fugaz rincón de conciencia.
Le prenderé fuego a las plantas secas
Quiero olvidar y seguir zigzagueando.
No importa cuantos días queden
Si te apagas por dentro.
lunes, 5 de abril de 2010
La estadía
Estoy orgullosa de lo incierto,
De los desaciertos,
De los cabellos tomados
Y de las bajas de presión.
No hace nada más que encender un cigarrillo,
Una pipa, con un pan amasado
Y con los ojos embetunados de sigilo
Como espía rogándole al sol para que se vaya
Le propinaba matillazos al canto enaltecido
Por el viejo susurro agrietado y en llamas.
De palo y al agua,
El crater silenciado por otras fumarolas
Maldecido y floreado
Que no descanza flotando en piedra,
Que responde cosas increibles
Cuando le ponen papa cocida en frente
Y si de cocinar se trata
Le pone ají, pimentón con un poquito de laurel
Para enfatizar su ausencia relativa de la mesa.
Sin discursos, ni sorteos, ni rodeos para hablarle
Me dirijo a sólo un hispanoparlante
Que no me da la oportunidad para amarle
En las vueltas negras de la vida.
Con papel crepé ha iniciado una carrera
Premiada por los alcances historicos.
Contra las parcelas y las numerosas sopas
Se encuentra con las zapatillitas embarradas
De un niñito que jamás volvió.
De los desaciertos,
De los cabellos tomados
Y de las bajas de presión.
No hace nada más que encender un cigarrillo,
Una pipa, con un pan amasado
Y con los ojos embetunados de sigilo
Como espía rogándole al sol para que se vaya
Le propinaba matillazos al canto enaltecido
Por el viejo susurro agrietado y en llamas.
De palo y al agua,
El crater silenciado por otras fumarolas
Maldecido y floreado
Que no descanza flotando en piedra,
Que responde cosas increibles
Cuando le ponen papa cocida en frente
Y si de cocinar se trata
Le pone ají, pimentón con un poquito de laurel
Para enfatizar su ausencia relativa de la mesa.
Sin discursos, ni sorteos, ni rodeos para hablarle
Me dirijo a sólo un hispanoparlante
Que no me da la oportunidad para amarle
En las vueltas negras de la vida.
Con papel crepé ha iniciado una carrera
Premiada por los alcances historicos.
Contra las parcelas y las numerosas sopas
Se encuentra con las zapatillitas embarradas
De un niñito que jamás volvió.
martes, 30 de marzo de 2010
El bosquejo
Diseño el bosquejo de lo que un día será mi casa
Vaticino los sucesos de aquellas paredes mirandose
Arqueandose hacia los testigos oculares
Absortos en agua dulce
en la oscuridad que cobijó el santuario de lo prohibido.
Socavando las tierras inundadas en lagrimas
No miraría las infinitas posibilidades
Que rebotan libres sin algún indicio de parar su movimiento.
Vaticino los sucesos de aquellas paredes mirandose
Arqueandose hacia los testigos oculares
Absortos en agua dulce
en la oscuridad que cobijó el santuario de lo prohibido.
Socavando las tierras inundadas en lagrimas
No miraría las infinitas posibilidades
Que rebotan libres sin algún indicio de parar su movimiento.
martes, 23 de marzo de 2010
Organismo pluricelular
Naturaleza extraviada
Apaciguando la fuerza
en otras latitudes
y aumentando el caudal en otras
tal vez un poquito de merkeñ aliviará mi sosiego
en este escandaloso organismo pluricelular.
Si no se pueden cambiar los cimientos
cambiemos la forma de crear,
de pensar si este organismo podrá renovarse.
Apartada por un mar de razones está
recogiendo plantas por un caminito largo y angosto
de cabeza hacia la tierra
y de pie junto a la higuera.
Apaciguando la fuerza
en otras latitudes
y aumentando el caudal en otras
tal vez un poquito de merkeñ aliviará mi sosiego
en este escandaloso organismo pluricelular.
Si no se pueden cambiar los cimientos
cambiemos la forma de crear,
de pensar si este organismo podrá renovarse.
Apartada por un mar de razones está
recogiendo plantas por un caminito largo y angosto
de cabeza hacia la tierra
y de pie junto a la higuera.
viernes, 5 de marzo de 2010
Comunicado
El estado de cuenta vendrá recargado, traerá lo que se llama estres, caos, destrucción. ¿Qué más vendrá añadido en el plato?..¿Hambre?
El panorama en las costas será desolador, como recomendación aprenda a nadar. No circule por la selva de cemento, prefiera los espacios abiertos y altos.
No confíe en eso que usted llama hogar ya que éste lo puede traicionar. No se abastesca de dinero... no hace falta. Aprenda a correr...y a calmarse.
Paranoia y sicosis déjelo para después, entienda primero lo insignificante y vulnerables que somos.
Recuerde que las olas serán de 10 metros de altura aproximadamente, retirese de las playas y no olvide llevar su bloqueador solar, la radiación uv estará peligrosa durante el día.
Ese ha sido el informe meteorológico, buenas noches, que descance.
El panorama en las costas será desolador, como recomendación aprenda a nadar. No circule por la selva de cemento, prefiera los espacios abiertos y altos.
No confíe en eso que usted llama hogar ya que éste lo puede traicionar. No se abastesca de dinero... no hace falta. Aprenda a correr...y a calmarse.
Paranoia y sicosis déjelo para después, entienda primero lo insignificante y vulnerables que somos.
Recuerde que las olas serán de 10 metros de altura aproximadamente, retirese de las playas y no olvide llevar su bloqueador solar, la radiación uv estará peligrosa durante el día.
Ese ha sido el informe meteorológico, buenas noches, que descance.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Estás
En la mitad de cada atardecer
en el ruido metálico
cansado, robótico
naranjo compás
albergan saltos
mitad, en medio
probabilidad
rasgando con las uñas
lo mismo
déjame algo para probar
demostrar incredulidad
correr, mirar
hacer caso omiso
dirigirse a
para terminar.
en el ruido metálico
cansado, robótico
naranjo compás
albergan saltos
mitad, en medio
probabilidad
rasgando con las uñas
lo mismo
déjame algo para probar
demostrar incredulidad
correr, mirar
hacer caso omiso
dirigirse a
para terminar.
domingo, 21 de febrero de 2010
El desván
Una copa de vino y 36 minutos despues recordé tu partida, era tarde he intentaba sacudir el polvo atrapado en la alfombra que cubria el desván. Un eco incomodo se sintió en mi estómago, sospeche que el tiempo habia pasado
rápido mirando el rincón de tu recuerdo. La claridad era un montón de luciernagas dispersadas, inalcanzables que se iban en el momento en que percibía que estaban allí. El tiempo se pierde al igual que todo lo demás, entonces, prefiero pensar en que pierdo tiempo para no pensar en todo lo que perdí, por eso miro el reloj en cuenta regresiva.
Cada humano sobre la tierra tiene su tiempo y el mio está expirando, lo puedo calcular.
Todos van y vienen, yo me quedo, en este desván oscuro. Tu fantasma rebota de una pared a otra en la penumbra amenazándome e intimidándome, diciéndome que estoy perdida sin ti.
Una enfermedad muy grave atraviesa el tejado dejando una grieta, mi pulso se acelera y los números del reloj decienden a una velocidad equivalente a los metros que recorrimos por los segundos que estuvimos juntos.
Llegan los 10 últimos segundos para la sorpresa, todo desaparecerá y nada volverá a perderse, nada mientras el reloj marque 0000.00.00.00 y yo siga en el desván.
rápido mirando el rincón de tu recuerdo. La claridad era un montón de luciernagas dispersadas, inalcanzables que se iban en el momento en que percibía que estaban allí. El tiempo se pierde al igual que todo lo demás, entonces, prefiero pensar en que pierdo tiempo para no pensar en todo lo que perdí, por eso miro el reloj en cuenta regresiva.
Cada humano sobre la tierra tiene su tiempo y el mio está expirando, lo puedo calcular.
Todos van y vienen, yo me quedo, en este desván oscuro. Tu fantasma rebota de una pared a otra en la penumbra amenazándome e intimidándome, diciéndome que estoy perdida sin ti.
Una enfermedad muy grave atraviesa el tejado dejando una grieta, mi pulso se acelera y los números del reloj decienden a una velocidad equivalente a los metros que recorrimos por los segundos que estuvimos juntos.
Llegan los 10 últimos segundos para la sorpresa, todo desaparecerá y nada volverá a perderse, nada mientras el reloj marque 0000.00.00.00 y yo siga en el desván.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Caso
Toca el pelo muerto
en las laderas oxidadas,
enjuaga la sangre agria,
espesa,
impresa en la piedra.
Tirando de la hebra
colmada de historia
asombra su luto.
Palpando el pulso abrumador
enciendo la huella
que delata a esa mirada fría.
Hallé la respuesta
enterrada en las profundidades
de un álbum fotográfico
donde aquella historia comenzaba a cobrar sentido.
en las laderas oxidadas,
enjuaga la sangre agria,
espesa,
impresa en la piedra.
Tirando de la hebra
colmada de historia
asombra su luto.
Palpando el pulso abrumador
enciendo la huella
que delata a esa mirada fría.
Hallé la respuesta
enterrada en las profundidades
de un álbum fotográfico
donde aquella historia comenzaba a cobrar sentido.
sábado, 30 de enero de 2010
Paraje
Cuando las luces se apagan algo llama a mi puerta, es un sonido algo confuso, me intriga, me desmembrana la curiosidad. Escuchemos como progresa la sucesión de ramas infinitas que se enredan en mis pies y suben lentamente por mis piernas, por mi abdomen, atan mis brazos para luego ir penetrando en mi cuello. Siento que ya estan en mi cabeza, en mi cerebro vivo. Se conectan con mi nervio auditivo y desconectan el resto del cuerpo, caigo al suelo mientras el sonido se eleva en ritmos contradictorios, notas disonantes que parecen tener un orden en todo este caos.
Maravilloso es el descubrimiento de lo que parecía desconocido, la evidencia está ahí, muy cerca observandonos cuando tengamos la intención de sacarnos la venda de los ojos.
La melodía pide que deje mi cuerpo, según ella no lo necesito mientras la escucho. Me conectaré con las ramas que detuvieron la actividad cerebral para que mi cuerpo tome otro rumbo en este mundo cambiante.
Mi sangre se convierte en clorofila y emano oxigeno, aire puro para las praderas de concreto desde donde florecen los ruidos agobiadores intencificados, ampliados, explotados de algún desconectado que se arrastra por el cemento y mastica polietileno.
Pon atención a lo siguiente, mira el campo trasformandose, es oxigeno, es agua pura, cristales de sanidad corriendo a los brazos de la madre...déjalo ir...
Arribo en la orilla que es la frontera de los "salidos del margen", no podrán bombardear el corazón del bosque, las ramas estan muy dentro...dentro, dentro de la existencia.
Escucha como todo se vuelve verde, nada arde, nadie vende. El cálido sonido ahuecado atraviesa las latitudes con su frescura de alma nueva comunicando la resonancia de la nueva era.
Maravilloso es el descubrimiento de lo que parecía desconocido, la evidencia está ahí, muy cerca observandonos cuando tengamos la intención de sacarnos la venda de los ojos.
La melodía pide que deje mi cuerpo, según ella no lo necesito mientras la escucho. Me conectaré con las ramas que detuvieron la actividad cerebral para que mi cuerpo tome otro rumbo en este mundo cambiante.
Mi sangre se convierte en clorofila y emano oxigeno, aire puro para las praderas de concreto desde donde florecen los ruidos agobiadores intencificados, ampliados, explotados de algún desconectado que se arrastra por el cemento y mastica polietileno.
Pon atención a lo siguiente, mira el campo trasformandose, es oxigeno, es agua pura, cristales de sanidad corriendo a los brazos de la madre...déjalo ir...
Arribo en la orilla que es la frontera de los "salidos del margen", no podrán bombardear el corazón del bosque, las ramas estan muy dentro...dentro, dentro de la existencia.
Escucha como todo se vuelve verde, nada arde, nadie vende. El cálido sonido ahuecado atraviesa las latitudes con su frescura de alma nueva comunicando la resonancia de la nueva era.
viernes, 22 de enero de 2010
Literatura...
Absorta en la lectura desgarro papeles viejos
Me propongo gastarme leyendo
el sol me descolora entre las cortinas
las letras negras contrastan con el papel amarillo
y recuerdo una imagen que no viví
mas quisiera yo haberla vivido
en un rincón oscuro y silencioso de otro mundo.
La lectura apaga el fuego que se escapa de la locura,
me deja ajena a la realidad
¡Ay dulces libros, refugio de mi alma
dejadme morir con ustedes!
Quiero olvidar encerrándome en la torre más alta del castillo
adornada por estanterías apestadas de novelas
y más tiras de papel
que iré manchando con tinta un lenguaje atrapado en la soledad.
Me propongo gastarme leyendo
el sol me descolora entre las cortinas
las letras negras contrastan con el papel amarillo
y recuerdo una imagen que no viví
mas quisiera yo haberla vivido
en un rincón oscuro y silencioso de otro mundo.
La lectura apaga el fuego que se escapa de la locura,
me deja ajena a la realidad
¡Ay dulces libros, refugio de mi alma
dejadme morir con ustedes!
Quiero olvidar encerrándome en la torre más alta del castillo
adornada por estanterías apestadas de novelas
y más tiras de papel
que iré manchando con tinta un lenguaje atrapado en la soledad.
sábado, 9 de enero de 2010
Palabras Dormidas
Cavando en mis entrañas, extraño lo que me subía el ánimo. Nada complace la sed que va acogiendo los minutos más categóricos de mi vida cuando intento desenredar una madeja de hilos que se unieron sin premeditación. Ni siquiera entiendo lo que estoy diciendo. Me da vergüenza escribir un par de cosas que no tienen un buen funcionamiento, el mal rendimiento de lo que ven es falla humana. Si lo pensamos con detención todo es defecto humano, entonces quiere decir que haga lo que haga estará incorrecto. Decidí dejarlo así. A medida que fueron pasando los años, sentí como corría agitadamente en círculos esperando que en la siguiente vuelta algo cambiara, a la larga eso se torna asqueroso, girar sobre un mismo eje todo el tiempo provoca nauseas. Crecí en ese lugar mudo carente de alegrías y esfuerzos, tropezando con el afán de ser una pieza rara y reconocida. Muy lejos, muy lejos estoy yendo si trato de acercarme. Me visto sin intención de hacerlo, luego le hablo a una maquina o a una pared que representa el eco de lo que dejo. Todo se irá algún día, pero ese eco permanecerá, se guardará entre las ruinas y chocará entre ellas. Sigo pensando que ese instante vacío de mi ser avanzará por los rincones de mi piel matando las células antes de tiempo, tal vez sea tiempo de morir.
Conversaciones eternas que atesoro golpean con un ritmo en particular, reaparecen y brotan las imágenes que sin querer recuerdo. Los recuerdos agridulces calan más hondo en mí, me dejan la sensación de querer preservarlos como hechos paranormales, me agrada poder traspasar las leyes naturales con un poco de imaginación.
Las horas en que noto tu ausencia se han hecho largas, es como si nunca más fueses a regresar. Me pongo fría y lacrimosa, pero se me pasará cuando tenga la voluntad necesaria para escoger uno de los dos cielos.
Trabajé apresurada y arduamente para alguien leyera alguna de mis estupideces, no creo que la critica haya sido buena, sin embargo, aquella estupidez tenia un sentido oculto y miserable, era un deseo que me negaba a desear incluso en fantasías, nunca renuncio a lo detestable de la realidad, por eso sucede una y otra vez. No puedo desarrollar una historia ni menos terminarla, porque se absorbe en el papel y daña mis ojos cuando quiero dormir.
Conversaciones eternas que atesoro golpean con un ritmo en particular, reaparecen y brotan las imágenes que sin querer recuerdo. Los recuerdos agridulces calan más hondo en mí, me dejan la sensación de querer preservarlos como hechos paranormales, me agrada poder traspasar las leyes naturales con un poco de imaginación.
Las horas en que noto tu ausencia se han hecho largas, es como si nunca más fueses a regresar. Me pongo fría y lacrimosa, pero se me pasará cuando tenga la voluntad necesaria para escoger uno de los dos cielos.
Trabajé apresurada y arduamente para alguien leyera alguna de mis estupideces, no creo que la critica haya sido buena, sin embargo, aquella estupidez tenia un sentido oculto y miserable, era un deseo que me negaba a desear incluso en fantasías, nunca renuncio a lo detestable de la realidad, por eso sucede una y otra vez. No puedo desarrollar una historia ni menos terminarla, porque se absorbe en el papel y daña mis ojos cuando quiero dormir.
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