El marco limita a una señorita eternamente sentada en el banco de una plaza, con una sombrilla de encajes color blanco invierno. Su mirada oscura, fija en el suelo. Su boca sin sonrisa y sin voz. Sus manos débiles y blancas como papel. El vestido meticulosamente bordado, con delicados detalles que resaltan la figura de la joven. Los pendientes de plata que le había regalado su madre en navidad. El peinado que había preparado con tanto empeño esa mañana. La fragancia con toques de jazmín. Los cuidados que tuvo para no ensuciar su vestido. La sonrisa que había desaparecido minuto tras minuto, hora tras hora. Aquel joven necio. La espera. ¿Qué es el tiempo?...El degradante tiempo. Retrata y limita, antes que todo se vuelva una triste verdad.
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