Déjame con mi calidad de andrógina, no puedo decir que me gusta más, sólo soy un espacio de tiempo perdido entre las conexiones de tus neuronas. Me dices que no me quieres y yo arranco. A veces compongo una melodía patética de mi misma para aplastar mi perfección. Ubícate en el lado opuesto porque mi reflejo no dice mucho. Dudo de mi propia composición y si miras más a fondo, no encontrarás la diferencia. Eres igual a mi. Somos dos burbujas impenetrables. Y yo queriendo salir a explorar la galaxia. La mayoría del tiempo pienso que para mi no existen los limites, puedo viajar llevando todo este estigma y entre más me alejo, me libero del peso del amor. No creo que puedas apreciar esta perfección, soy demasiado para ti y no puedes contenerme en tus brazos. Si el miedo es tu única respuesta me convertiré en otro, el dolor está bastante lejos cuando debes fingir. Déjame con estas migajas, esta miseria, con esa manera de culparme por existir, que es lo suficiente que tengo para arrastrarme y langüetiar tu basura.
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