Entre las cenizas

Estoy mal, estoy tan mal
viviendo entre dos mundos diferentes,
diferencias abismantes.
Soy la persona que nadie espera
lo siento mucho...
ya no tendré que disculparme más
he creado una trampa para mi
caeré por mi voluntad
me haré daño porque quiero.
Deseo desaparecer poco a poco
y al final, cuando ya no me sientan
hallarán vestigios,
pistas, excusas, toda mi vida resumida.
No es triste, es crudo,
como mi carne que se descompondrá bajo la tierra.
Prepararé mi plan, no olvidaré ningún detalle.
La víctima y el victimario en una sola persona,
nadie me condena, soy mi propio juez.
El cuerpo humano es tan frágil
y la mente su arma de doble filo,
entonces ataré mi cuello para que la muerte tire de él
y luego, oscilaré como un péndulo entre las cenizas.

Desde el deshielo

Extraña sensación, te escondes detrás de los débiles rayos de sol
te distingues en el sutil movimiento, en el desconcierto
dime qué ha cambiado en mi ahora
Dos asaltos a mis emociones y el mismo destino
ya ves como las letras lo pueden ocultar.
Es imposible seguir cuando algo paraliza,
pero un café caliente me despertará esta mañana,
mi cuerpo adormilado y frío, la sensación,
eres tú
no es precisamente tangible
no es como la hierba que crece en los prados de mi país
no es mi ritmo cardiaco acelerado por correr
sino todo lo que no puedo retener
y se va tal como llegó
es el sol que no vuelve más.
vivo al fin del mundo
vivo mirando el firmamento para encontrarte
vivo y muero en esta sensación extraña
durante años lo especialmente dulce,
lo que el congelamiento no pudo borrar.

Cenestesia

Es periódico, es drástico, es cruel.
Vestiduras y pinturas desteñidas
Verosímil apariencia,
No hay nadie ahí.
Luz artificial, parpadea, me rodea, me cansa
Juventud errática
Una y mil miradas que no definen nada
Una flor que se marchita
No hay tiempo…Ya es un desperdicio
Realidad disfrazada
Soy una más en la manada.
Blindaré mi boca
Nada escapa, ni una sonrisa.
Languidez en mi alma
Apreciación de belleza y soledad
Reciprocidad falsa y se acaba.
Guionista buscando una historia,
Vístase con mis ropas
Y busque la verdad en aguas turbias.
Entumecerse por consentimiento propio
Elegir morir sólo por morir
Difundir el miedo y desparecer
En un suspiro
En mi ruidoso silencio
En la calidez hilarante de tu persona
Inferir complicidad es caer en otro error
Una tesis mal planteada pierde la elocuencia de sus argumentos
Y es que el azar no permite responder
Sólo me limito a la espera de la censura de mis pensamientos
Combinado con vodka y jugo.
Esplendor empañado por un respiro ahogado,
En paranoia me he envuelto.
Cada mañana el sol es más anaranjado,
Se pondrá rojo y explotara en nuestras caras,
No soltare a mi impulsividad
Le he puesto un bozal,
Para que no descuartice mi cuerpo
En ese acelerado segundo de vida donde se produce la catástrofe.

Retrato en dos hemisferios

Dejé de pensar en ese instante vacío de mí ser, concentrándome en aquella figura retraída de la cual extraigo locura y sensaciones provocativas dentro de un margen delimitado por mi realidad. Fantasías multiplicadas por un número infinito al cuadrado, ansiedad mordisqueando mis labios y un apasionado torrente sanguíneo va corriendo hacia el motor de la vida. La conciencia no restringe mi conducta, podría ser peor, contenida en un frasco de vidrio, o perdida en la oscuridad solitaria de mi mente. En colores, en pedazos se ha caído cada uno, no sabrán reponerse en el tiempo, en el espacio, en ellos mismos. Una oportunidad para salir y cazar, no volver con las manos vacías, es lo único que lograría hacer. Cerrar los ojos y mirar formas oblicuas, círculos de colores, escuchar voces susurrándome al oído, hablando en otro idioma y luego esa imagen de nuevo rebanando el corazón en trozos y que cava en mí el dolor de la ausencia, la abstinencia y la penitencia de un absurdo autocontrol.

Un paso más

Aún podía sentir el sabor a jugo de manzana en su boca, sin embargo, tenia sed de más. La pasión en sus ojos era como el fuego. Ella se arreglaba el pelo que le caía sobre la frente mientras recordaba su siguiente acto, levantó la barbilla y observó a la multitud que no la miraba, sintió que eso le daba seguridad para dar la media vuelta y caminar entre la gente, de pronto la seguridad se le escapó de las manos y la mirada de fuego se fue hasta el piso, fue como arrojar una piedra al lago. Sus pies seguían avanzando uno tras otro, uno tras otro, cada vez más rápido, una caminata sin sentido, ya que de nadie huía, era sólo el gusto por avanzar, por percibir el exterior que olía a temporada de piscinas ¿Cómo es que nadie percibía eso?
El viento desordenaba el pelo negro que le caía sobre los hombros, libertad pura, locura pura y un sin fin de significativos para referirse a ella.
Ahora tenía una sed diferente su boca le pedía algo más que jugo de manzana, se detuvo y volvió a mirar a su alrededor, había tanta gente que no conocía, había tanta soledad en aquella multitud que el cemento de las calles combinaba armónicamente con las vivencias como la de aquel día